lunes, 10 de diciembre de 2012

LETRILLAS LÍRICAS

LETRILLAS LÍRICAS

[ I ]

Flor que cantas, flor que vuelas,
y tienes por facistol
el laurel, ¿para qué al sol
con tan sonoras cautelas,
le madrugas y desvelas?
Dígame,
dulce jilguero, ¿por que?


Dime, cantor ramillete,
lira de pluma volante,
silbo alado y elegante,
que en el rizado copete
luces flor, suenas falsete,
¿por qué cantas con porfía
envidia, que llora el día,
con lágrimas de la aurora,
si en la risa de Lidora
su amanecer desconsuelas?

Flor que cantas, flor que vuelas,
etc... ...


¿En un átomo de pluma,
como tal concento cabe?
¿Cómo se esconde en una ave
cuanto el contrapunto suma?
¿Qué dolor hay, que presuma
tanto mal de su rigor,
que no suspenda el dolor
al Iris breve, que canta,
llena tan chica garganta
de orfeos y de vigüelas?

Flor que cantas, flor que vuelas,
etc... ...


Voz pintada, canto alado,
poco al ver, mucho al oído,
¿ dónde tienes escondido
tanto instrumento templado?
Recata de mi cuidado
tus músicas y alegrías,
que las malas compañías
te volverán los cantares
en lágrimas y pesares,
por más que a sirena anhelas.

Flor que cantas, flor que vuelas,
etc... ...



[ II ]

Rosal, menos presunción,
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas
las que ahora rosas son.


¿De qué sirve presumir,
rosal, de buen parecer,
si aún no acabas de nacer
cuando empiezas a morir?
Hace llorar y reír
vivo y muerto tu arrebol,
en un día o en un sol;
desde el oriente al ocaso
va tu hermosura en un paso,
y en menos tu perfección.

Rosal, menos presunción, etc... ...

No es muy grande la ventaja
que tu calidad mejora:
si es tu mantilla la aurora,
es la noche tu mortaja:
no hay florecilla tan baja
que no te alcance de días,
y de tus caballerías,
por descendiente del alba,
se está riendo la malva,
caballera de un terrón.

Rosal, menos presunción, etc... ...

jueves, 6 de diciembre de 2012

A CELESTINA

A CELESTINA

Yace en esta tierra fría,
digna de toda crianza,
la vieja cuya alabanza
tantas plumas merecía.

No quiso en el cielo entrar
a gozar de las estrellas,
por no estar entre doncellas
que no pudiese manchar.

martes, 4 de diciembre de 2012

A UN AVARIENTO

A UN AVARIENTO

En aqueste enterramiento
humilde, pobre y mezquino,
yace envuelto en oro fino
un hombre rico avariento.

Murió con cien mil dolores,
sin poderlo remediar,
tan sólo por no gastar
ni aun hasta malos humores.

jueves, 8 de noviembre de 2012

DÉCIMAS BURLÁNDOSE DE TODO ESTILO AFECTADO

DÉCIMAS BURLÁNDOSE DE TODO ESTILO AFECTADO

[ I ]

Con tres estilos alanos
quiero asirte de la oreja,
porque te tenga mi queja
ya que no pueden mis manos.
La habla de los cristianos
es lenguaje de ramplón;
por eso va la razón
de un circunloquio discreto
en retruécano y concepto,
como en calzas y en jubón.


[ II ]

Amar y no merecer,
temer y desconfiar,
dichas son para obligar,
penas son para ofender.
Acobardar el querer,
cuando más valor aplique,
es hacer que multiplique
el miedo su calidad
, para más seguridad.
(¡Tómate este tique-mique!)

Lágrimas desconsoladas
son descanso sin sosiego,
y diligencias del fuego,
más vivas cuando anegadas.
Las memorias olvidadas
en la voluntad sencilla
son golfo que miente orilla,
son tormenta lisonjera,
en donde expira el que espera.
(¡Qué linda recancanilla!)

El tener desconfianza
es tener y presumir,
y apetecer el morir
mucho de grosero alcanza.
Quien osa tener mudanza,
se culpa en el bien que asiste;
y quien se precia de triste,
goza con satisfacción
la pena por galardón.
(¡Pues pápate aqueste chiste!)

[ III ]

Pero, siendo tú en la villa
dama de demanda y trote,
bien puede ser que del mote
no hayas visto la cartilla.
Va del estilo, que brilla
en la culterana prosa,
grecizante y latinosa:
mucho será si me entiendes.
Yo vacío piras, y asciendes:
culto va, señora hermosa.

[ IV ]

Si bien el palor ligustre
desfallece los candores,
cuando muchos esplendores,
conduce a poco palustre.
Construye el aroma ilustre
víctima de tanto culto,
presintiendo de tu bulto
que rayos fulmina horrendo.
me entiendes, ni te entiendo:
pues cátate que soy culto.)

[ V ]

No me va bien con lenguaje
tan de grados y corona:
hablemos prosa fregona
que en las orejas se encaje.
Yo no escribo con plumaje,
sino con pluma; pues ya
tanto bien barbado da
en escribir al revés,
óyeme tu dos por tres
lo que digo de pe a pa.

[ VI ]

Digo, pues, que yo te quiero,
y que quiero que me quieras,
sin dineros, ni dineras,
ni resabios de tendero.
De muy mala gana espero:
date prisa, que si no,
luego me cansaré yo
y perderás este lance.
(¡Bien haya tan buen romance,
y el padre que le engendró!)

miércoles, 7 de noviembre de 2012

MADRIGAL

MADRIGAL

Está la ave en el aire con sosiego,
en la agua el pez, la salamandra en fuego,
y el hombre, en cuyo ser todo se encierra,
está en sola la tierra.
Yo sólo, que nací para tormentos,
estoy en todos estos elementos:
la boca tengo en aire suspirando,
el cuerpo en tierra está peregrinando,
los ojos tengo en llanto noche y día,
y en fuego el corazón y la alma mía.


martes, 6 de noviembre de 2012

EN LO PENOSO DE ESTAR ENAMORADO

EN LO PENOSO DE ESTAR ENAMORADO

¡Qué verdadero dolor,
y qué apurado sufrir!
¡Qué mentiroso vivir!
¡Qué puro morir de amor!
¡Qué cuidados a millares!
¡Qué encuentros de pareceres!
¡Qué limitados placeres,
y qué colmados pesares!
¡Qué amor y qué desamor!
¡Qué ofensas!, ¡qué resistir!
¡Qué mentiroso vivir!
¡Qué puro morir de amor!
¡Qué admitidos devaneos!
¡Qué amados desabrimientos!
¡Qué atrevidos pensamientos,
y qué cobardes deseos!
¡Qué adorado disfavor!
¡Qué enmudecido sufrir!
¡Qué mentiroso vivir!
¡Qué puro morir de amor!
¡Qué negociados engaños
y qué forzosos tormentos!
¡Qué aborrecidos alientos
y qué apetecidos daños!
¡Y qué esfuerzo y qué temor!
¡Qué no ver! ¡Qué prevenir!
¡Qué mentiroso vivir!
¡Qué enredos, ansias, asaltos!
¡Y qué conformes contrarios!
¡Qué cuerdos! ¡Qué temerarios!
¡Qué vida de sobresaltos!
Y que no hay muerte mayor,
Que el tenerla y no morir:
¡qué mentiroso vivir!
¡qué puro morir de amor!

PASIONES DE AUSENTE ENAMORADO

PASIONES DE AUSENTE ENAMORADO

Este amor, que yo alimento
de mi propio corazón,
no nace de inclinación
sino de conocimiento.
Que amor de cosa tan bella,
y gracia que es infinita,
si es elección, me acredita;
si no, acredita mi estrella.
Y, ¿qué deidad me pudiera
inclinar a que te amara,
que ese poder no tomara
para sí, si le tuviera?
Corrido, señora, escribo
en el estado presente,
de que estando de ti ausente,
aún parezca que estoy vivo.
Pues ya en mi pena y pasión,
dulce Tirsi, tengo hechas
de las plumas de tus flechas
las alas del corazón.
Y sin poder consolarme,
ausente y amando firme,
más hago yo en no morirme
que hará el dolor en matarme.
Tanto he llegado a quererte,
que siento igual pena en mí
del ver, no viéndote a ti,
que adorándote, no verte,
si bien recelo, señora,
que a este amor serás infiel,
pues ser hermosa y cruel
te pronostica traidora.
Pero traiciones dichosas
serán, Tirsi, para mí,
por ver dos caras en ti,
que han de ser por fuerza hermosas.
Y advierte, que en mi pasión
se puede tener por cierto
que es decir ausente, y muerto,
dos veces una razón.

ROMANCE SATÍRICO

ROMANCE SATÍRICO

Pues me hacéis casamentero,
Ángela de Mondragón,
escuchad de vuestro esposo,
las grandezas y el valor.
Él es un médico honrado,
por la gracia del Señor,
que tiene muy buenas letras
en el cambio, y el bolsón.
Quien os lo pintó cobarde
no lo conoce, y mintió,
que ha muerto más hombres vivos
que mató el Cid Campeador.
En entrando en una casa
tiene tal reputación,
que luego dicen los niños:
Dios perdone al que murió.
Y con ser todos mortales
los médicos, pienso yo
que son todos venïales
comparados al doctor.
Al caminante en los pueblos
se le pide información,
temiéndole más que a peste,
de si le conoce, o no.
De médicos semejantes
hace el rey, nuestro señor,
bombardas a sus castillos,
mosquetes a su escuadrón.
Si a alguno cura y no muere,
piensa que resucitó,
y por milagro le ofrece
la mortaja y el cordón.
Si acaso estando en su casa
oye dar algún clamor,
tomando papel y tinta,
escribe: "ante mí pasó".
No se le ha muerto ninguno
de los que cura hasta hoy,
porque antes que se mueran
los mata sin confesión.
De envidia de los verdugos
maldice al corregidor,
que sobre los ahorcados
no le quiere dar pensión.
Piensan que es la muerte algunos;
otros, viendo su rigor,
le llaman el día del juicio,
pues es total perdición.
No come por engordar,
ni por el dulce sabor,
sino por matar la hambre,
que es matar su inclinación.
Por matar mata las luces,
y si no le alumbra el sol,
como murciélagos viven
a la sombra de un rincón.
Su mula, aunque no está muerta,
no penséis que se escapó,
que está matada de suerte,
que le viene a ser peor.
En que se ve tan famoso,
y en tan buena estimación,
atento a vuestra belleza,
se ha enamorado de vos.
No pide le deis más dote
de ver que matéis de amor,
que en matando de algún modo,
para en uno sois los dos.
Casaos con él, y jamás
de viuda tendréis pasión,
que nunca la misma muerte
se oyó decir que murió.
Si lo hacéis, a Dios le ruego
que gocéis con bendición;
pero si no, que nos libre
de conocer al doctor.

miércoles, 24 de octubre de 2012

HALLA EN LA CAUSA DE SU AMOR TODOS LOS BIENES

HALLA EN LA CAUSA DE SU AMOR TODOS LOS BIENES Después que te conocí, todas las cosas me sobran: el sol para tener día, abril para tener rosas. Por mi bien pueden tomar otro oficio las auroras, que yo conozco una luz que sabe amanecer sombras. Bien puede buscar la noche quien sus estrellas conozca, que para mi astrología ya son oscuras y pocas. Gaste el oriente sus minas con quien avaro las rompa, que yo enriquezco la vista con más oro a menos costa. Bien puede la margarita guardar sus perlas en conchas, que Búzano de una Risa las pesco yo en una boca. Contra el tiempo y la fortuna ya tengo una inhibitoria: ni ella me puede hacer triste, ni él puede mudarme un hora. El oficio le ha vacado a la muerte tu persona: a sí misma se padece, sola en ti viven sus obras. Ya no importunan mis ruegos a los cielos por la gloria, que mi bienaventuranza tienes jornada más corta. La sacrosanta mentira que tantas almas adornan, busque en Portugal vasallos, en Chipre busque coronas. Predicaré de manera tu belleza por Europa, que no haya herejes de gracias, y que adoren en ti solas.

ADVIERTE AL TIEMPO DE MAYORES HAZAÑAS, EN QUE PODRÁ EJERCITAR SUS FUERZAS

ADVIERTE AL TIEMPO DE MAYORES HAZAÑAS, EN QUE PODRÁ EJERCITAR SUS FUERZAS Tiempo, que todo lo mudas, tú, que con las horas breves lo que nos diste, nos quitas, lo que llevaste, nos vuelves: tú, que con los mismos pasos, que cielos y estrellas mueves, en la casa de la vida, pisas umbral de la muerte. Tú, que de vengar agravios te precias como valiente, pues castigas hermosuras, por satisfacer desdenes: tú, lastimoso alquimista, pues del ébano que tuerces, haciendo plata las hebras, a sus dueños empobreces: tú, que con pies desiguales, pisas del mundo las leyes, cuya sed bebe los ríos, y su arena no los siente: tú, que de monarcas grandes llevas en los pies las frentes; tú, que das muerte y das vida a la vida y a la muerte. Si quieres que yo idolatre en tu guadaña insolente, en tus dolorosas canas, en tus alas y en tu sierpe: si quieres que te conozca, si gustas que te confiese con devoción temerosa por tirano omnipotente, da fin a mis desventuras pues a presumir se atreven que a tus días y a tus años pueden ser inobedientes. Serán ceniza en tus manos cuando en ellas las aprietes, los montes y la soberbia, que los corona las sienes: ¿y será bien que un cuidado, tan porfiado cuan fuerte, se ría de tus hazañas, y victorioso se quede? ¿Por qué dos ojos avaros de la riqueza que pierden han de tener a los míos sin que el sueño los encuentre? ¿Y por qué mi libertad aprisionada ha de verse, donde el ladrón es la cárcel y su juez el delincuente? Enmendar la obstinación de un espíritu inclemente, entretener los incendios de un corazón que arde siempre; descansar unos deseos que viven eternamente, hechos martirio del alma, donde están porque los tiene; reprender a la memoria, que con los pasados bienes, como traidora a mi gusto a espaldas vueltas me hiere; castigar mi entendimiento, que en discursos diferentes, siendo su patria mi alma, la quiere abrasar aleve; éstas si que eran hazañas, debidas a tus laureles, y no estar pintando flores, y madurando las mieses. Poca herida es deshojar los árboles por noviembre, pues con desprecio los vientos llevarse los troncos suelen. Descuídate de las rosas, que en su parto se envejecen; y la fuerza de tus horas en obra mayor se muestre. Tiempo venerable y cano, pues tu edad no lo consiente, déjate de niñerías, y a grandes hechos atiende.

REFIERE SU NACIMIENTO Y LAS PROPIEDADES QUE LE COMUNICÓ

REFIERE SU NACIMIENTO Y LAS PROPIEDADES QUE LE COMUNICÓ Parióme adrede mi madre, ¡ojalá no me pariera!, aunque estaba cuando me hizo, de gorja naturaleza. Dos maravedís de luna alumbraban a la tierra, que por ser yo el que nacía, no quiso que un cuarto fuera. Nací tarde, porque el sol tuvo de verme vergüenza, en una noche templada entre clara y entre yema. Un miércoles con un martes tuvieron grande revuelta, sobre que ninguno quiso que en sus términos naciera. Nací debajo de Libra, tan inclinado a las pesas, que todo mi amor le fundo en las madres vendederas. Dióme el León su cuartana, dióme el Escorpión su lengua, Virgo, el deseo de hallarle, y el Carnero su paciencia. Murieron luego mis padres, Dios en el cielo los tenga, porque no vuelvan acá, y a engendrar más hijos vuelvan. Tal ventura desde entonces me dejaron los planetas, que puede servir de tinta, según ha sido de negra. Porque es tan feliz mi suerte, que no hay cosa mala o buena, que aunque la piense de tajo, al revés no me suceda. De estériles soy remedio, pues con mandarme su hacienda, les dará el cielo mil hijos, por quitarme las herencias. Y para que vean los ciegos pónganme a mí a la vergüenza; y para que cieguen todos, llévenme en coche o litera. Como a imagen de milagros me sacan por las aldeas, si quieren sol, abrigado, y desnudo, porque llueva. Cuando alguno me convida no es a banquetes ni a fiestas, sino a los misas cantanos para que yo les ofrezca. De noche soy parecido a todos cuantos esperan, para molerlos a palos, y así inocente me pegan. Aguarda hasta que yo pase si ha de caerse una teja; aciértanme las pedradas, las curas sólo me yerran. Si a alguno pido prestado, me responde tan a secas, que en vez de prestarme a mí, me hace prestar la paciencia. No hay necio que no me hable, ni vieja que no me quiera, ni pobre que no me pida, ni rico que no me ofenda. No hay camino que no yerre, ni juego donde no pierda, ni amigo que no me engañe, ni enemigo que no tenga. Agua me falta en el mar, y la hallo en las tabernas, que mis contentos y el vino son aguados donde quiera. Dejo de tomar oficio, porque sé por cosa cierta, que siendo yo el calcetero andarán todos en piernas. Si estudiara medicina, aunque es socorrida ciencia, porque no curara yo, no hubiera persona enferma. Quise casarme estotro año, por sosegar mi conciencia, y dábanme un dote al diablo, con una mujer muy fea. Si intentara ser cornudo, por comer de mi cabeza, según soy de desgraciado, diera mi mujer en buena. Siempre fue mi vecindad mal casados que vocean, herradores que madrugan, herreros que me desvelan. Si yo camino con fieltro se abrasa en fuego la tierra, y en llevando guardasol está ya de Dios que llueva. Si hablo a alguna mujer, y le digo mil ternezas, o me pide o me despide, que en mí es una cosa mesma. En mí lo picado es roto, ahorro cualquier limpieza, cualquier bostezo es hambre, cualquiera color vergüenza. Fuera un hábito en mi pecho remiendo sin resistencia, y peor que besamanos en mí cualquier encomienda. Para que no estén en casa los que nunca salen della, buscarlos yo sólo basta, pues con eso estarán fuera. Si alguno quiere morirse sin ponzoña o pestilencia, proponga hacerme algún bien, y no vivirá hora y media. Y a tanto vino a llegar la adversidad de mi estrella, que me inclinó que adorase con mi humildad tu soberbia. Y viendo que mi desgracia no dio lugar a que fuera como otros tu pretendiente, vine a ser tu pretenmuela. Bien sé que apenas soy algo, mas tú de puro discreta, viéndome con tantas faltas, que estoy preñado sospechas. Aquesto Fabio cantaba a los balcones y rejas de Aminta, que aun de olvidarle le han dicho que no se acuerda.

BURLA DE LOS ERUDITOS DE EMBELECO, QUE ENAMORAN A FEAS CULTAS

BURLA DE LOS ERUDITOS DE EMBELECO, QUE ENAMORAN A FEAS CULTAS Muy discretas y muy feas, mala cara y buen lenguaje, pidan cátedra y no coche, tengan oyente y no amante. No las den sino atención, por más que pidan y parlen, y las joyas y el dinero, para las tontas se guarde. Al que sabia y fea busca, el Señor se la depare: a malos conceptos muera, malos equívocos pase. Aunque a su lado la tenga, y aunque más favor alcance, un catedrático goza, y a Pitágoras en carnes. Muy docta lujuria tiene, muy sabios pecados hace, gran cosa será de ver cuando a Platón requebrare. En vez de una cara hermosa, una noche, y una tarde, ¿qué gustos darán a un hombre dos cláusulas elegantes? ¿Qué gracia puede tener mujer con fondos de fraile, que de sermones y chismes, sus razonamientos hace? Quien deja lindas por necias, y busca feas que hablen, por sabias, como las zorras, por simples deje las aves. Filósofos amarillos con barbas de colegiales, o duende dama pretenda, que se escuche, no ose halle. Échese luego a dormir entre bártulos y abades, y amanecerá abrazado de Zenón y de Cleantes. Que yo para mi traer, en tanto que argumentaren los cultos con sus arpías, algo buscaré que palpe.

BODA DE NEGROS

BODA DE NEGROS Vi, debe de haber tres días, en las gradas de San Pedro, una tenebrosa boda, porque era toda de negros. Parecía matrimonio concertando en el infierno, negro esposo y negra esposa, y negro acompañamiento. Sospecho yo que acostados parecerán sus dos cuerpos, junto el uno con el otro algodones y tintero. hundíase de estornudos la calle por do volvieron, que una boda semejante hace dar más que un pimiento. Iban los dos de las manos, como pudieran dos cuervos; otros dicen como grajos, porque a grajos van oliendo. Con humos van de vengarse, que siempre van de humos llenos, de los que por afrentarlos, hacen los labios traseros. Iba afeitada la novia todo el tapetado gesto, con hollín y con carbón, y con tinta de sombreros. Tan pobres son que una blanca no se halla entre todos ellos, y por tener un cornado casaron a este moreno. Él se llamaba Tomé, y ella Francisca del Puerto, ella esclava y él esclavo, que quiere hincársele en medio. Llegaron al negro patio, donde está el negro aposento, en donde la negra boda ha de tener negro efecto. Era una caballeriza, y estaban todos inquietos, que los abrasaban pulgas por perrengues o por perros. A la mesa se sentaron, donde también les pusieron negros manteles y platos, negra sopa y manjar negro. Echólos la bendición un negro veintidoseno, con un rostro de azabache y manos de terciopelo. Diéronles el vino tinto, pan entre mulato y prieto, carbonada hubo, por ser tizones los que comieron. Hubo jetas en la mesa, y en la boca de los dueños, y hongos, por ser la boda de hongos, según sospecho. Trujeron muchas morcillas, y hubo algunos que, de miedo, no las comieron pensando se comían a si mesmos. Cuál por morder el mondongo se atarazaba algún dedo, pues sólo diferenciaban en la uña de lo negro. Mas cuando llegó el tocino hubo grandes sentimientos, y pringados con pringadas un rato se enternecieron. Acabaron de comer, y entró un ministro guineo, para darles agua manos con un coco y un caldero. Por toalla trujo al hombro las bayetas de un entierro. Laváronse, y quedó el agua para ensuciar todo un reino. Negros dellos se sentaron sobre unos negros asientos, y negras voces cantaron también denegridos versos. Negra es la ventura de aquel casado, cuya novia es negra, y el dote en blanco.